Tener autoestima, ¿realmente importa?
Home » Desarrollo  »  Tener autoestima, ¿realmente importa?
Tener autoestima, ¿realmente importa?

Algunos dicen que el término autoestima está pasado de moda. En mi adolescencia lo descubrí e inmediatamente la tomé como una de mis palabras favoritas para ayudarme a nombrar cómo me sentía y también para describir a las personas que conocía; “Estela tiene buena autoestima”, “Sergio no tiene buena autoestima” según veía cómo actuaban o tomaban decisiones en sus vidas.

Encontrar personas que al menos en apariencia parecían tener buena autoestima se volvió una tarea para mí. Me encantaba leer sobre sus vidas, qué hacían, cómo pensaban, qué soñaban, a dónde iban, etc.

En esa búsqueda de biografías incluso leí sobre famosas (risa nerviosa) que al menos desde lejos parecían tener un buen concepto de sí mismas. Recuerdo a una comunicadora mexicana mencionar en esa época, hace más de 20 años, que se consideraba una mujer con muy buena autoestima y que esta era la base sobre la cual las mujeres, principalmente, necesitábamos trabajar en mejorar cada vez que sintiéramos que algo no andaba bien con nosotras. “¡Wow! Qué valiente”, pensaba yo para mis adentros. Sobre todo, pensaba esto porque mi autoestima no era algo que anduviera muy bien dentro de mí.

Bueno, ¿y qué es eso de la autoestima? A mí me gusta la definición que hizo Nathaniel Branden en su libro “La Autoestima de la Mujer” que dice así: “La autoestima es estar dispuestos a ser conscientes de que somos capaces de ser competentes para enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida y de que somos merecedores de felicidad…”.

Sentirnos competentes.

O sea, sentir que podemos. Que lo que se presenta en nuestra vida lo podemos atender. Que podemos con nuevos retos. Que podemos con nuestras responsabilidades. Que podemos ir tras eso que deseamos. Que podemos resolver los problemas y dificultades. Que tenemos esa fuerza que nos hace sentir que sí, que vamos por ello, por difícil o complicado que parezca.

Y sentir que merecemos ser felices.

¿Cuántas de nosotras sentimos que realmente merecemos ser felices? Y no dicho como algo de dientes para afuera, sino que nuestra vida realmente lo representa, que nuestras decisiones lo manifiestan, que se nota en el cuidado que nos otorgamos, en el tipo de relaciones que mantenemos, en cómo nos expresamos de nosotras mismas, en cómo tratamos también a los demás, etc.

Bueno, pues dicho todo esto y después de más de veinte años de haber conocido la palabra autoestima, te quiero compartir 6 puntos importantes a tomar en cuenta hoy:

  1. Es muy importante que nos sintamos capaces y con un buen concepto de nosotras mismas, sin embargo y muy seguido, la autoestima es algo que necesitamos trabajar cada día.
  2. Todas llegamos al mundo sintiéndonos merecedoras de ser felices y de ser amadas. ¿En qué momento esto se dañó? Depende de cada historia, pero seguramente nuestra autoestima quedó lastimada desde infancia según el trato que hayamos recibido en esa etapa.
  3. Te invito a no sentirme mal contigo misma ni a regañarte si sientes que tu autoestima es baja o sientes una gran inseguridad dentro de ti. Esto seguramente es lógico por las vivencias que tuviste en infancia y se quedaron grabadas en cada célula. Te sugiero hacer un trabajo de indagación personal profundo, como la Biografía Humana, para que puedas conocerte y comprenderte más.
  4. Para dar pasos a favor de nuestra autoestima primero necesitamos conocer nuestra historia. Darnos cuenta de qué nos pasó en infancia es el primer paso. En segundo lugar, tenernos paciencia mientras empezamos a practicar nuevas formas de tratarnos. Al principio nos saldrá todo un poco torpe, pero con el tiempo, iremos mejorando y se irá volviendo algo sencillo de hacer cada día.
  5. Lo más relevante de todo este trabajo, es que se va a permear en todas nuestras relaciones. O sea, el beneficio será para nosotras y para los que nos rodean también.
  6. Cuando te des cuenta de que te estás criticando o lastimando a ti misma, comienza a hablarte como le hablarías a una niña de cinco años. Esa niña no quiere más gritos ni críticas, está muy asustada. Lo que necesita es ser comprendida. Que le digamos cómo ir haciendo las cosas. Que le tengamos paciencia y cariño. Que la acompañemos a volver a intentar eso que no le ha salido bien aún. Que estemos allí para ella mientras aprende.

No se trata de fingir que tenemos buena autoestima ni de mostrar hacia afuera algo que no sentimos dentro. Por eso la invitación es ir a niveles más profundos como cuando queremos arreglar la casa desde los cimientos 😊

Y otra cosa: tener buena autoestima tampoco significa que SIEMPRE vamos a sentirnos merecedoras de la felicidad y que podemos, o que NUNCA vamos a dudar de nosotras ni a tener temores. Todo esto es muy humano. Sin embargo, SÍ podemos sentirnos bien con nosotras la mayoría del tiempo, sentir que merecemos buenos tratos y una buena vida a pesar de las dudas y temores que a veces nos invaden.

Entonces, la autoestima sí importa, pero no es algo que vamos a forzar. Personalmente me gusta verla como un proceso. Por ahora, ¿qué tal si comenzamos a aceptarnos así tal cual somos? ¿Qué tal si nos vemos como mujeres que están en búsqueda de sus propias respuestas para ir transformando sus dudas y temores en seguridad interior, con mucha compasión y cariño, y poco a poco?

Deseo que este post te ayuda y si es así, puedes compartirlo y también contarme de tu experiencia. Me encantará leerte.

¡Un abrazo y hasta pronto!

Adriana Solís

Psicóloga & Biografía Humana

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *